
Fue marchante en una galería de pintura en su juventud. Después inició una carrera clerical con estudios de Latín y Griego en los que fracasó. Trabajo luego en las minas y llevado de uno de sus arrebatos, repartió su buena ropa entre los mineros que vivían en la miseria.
No fue sino a los treinta años cuando decidió dedicarse a la pintura. Se dice que no vendió en su vida ni un solo cuadro. Por ello dedicó sus girasoles y sus lirios a adornar las paredes de su escueta habitación.

Curiosamente sus cuadros evolucionaron desde tonos oscuros a una profusión de colores vivos y alegres.
Vincent, un espíritu atormentado por su enfermedad mental es uno de los pintores más famosos de la historia.
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