Pedro GPinto, aficionado a juntar letras. En setenta años que arrastra en su mochila no aprende. Jo

viernes, 5 de noviembre de 2021


CARTAS A SÉNECA. II  

Buenas tardes, don Lucio.

Ojeando su libro, le confieso que lo abro un poco al tuntún, me encuentro con este pensamiento que me hace meditar:

"Todo lo importante es bueno que lo consultemos con nuestro amigo; pero antes hemos de consultar con nosotros mismos si lo es de verdad".

Hoy día es común que el conocido, aunque conocido puede ser un exceso, de un conocido nos pide amistad en facebook. Aduce como motivo que tenemos seis o más amigos en común. Si pensamos quiénes son esos amigos nos damos cuenta de que solo a uno o dos, tal vez a ninguno, los hemos visto en nuestra vida. 

En cualquier página de cualquier alguien llegamos a leer que tiene quinientos, o mil, o más de mil amigos. ¿No estamos devaluando la palabra? ¿No es la amistad un conjunto formado por el conocimiento, el trato, el sentimiento y haber compartido momentos bien de alegría, de enfado, de tristeza, de confidencias o simplemente el saludo correcto pero distante?

Un viejo conocido, actor y autor de teatro, escribió un pequeño libro de reflexiones y una de ellas decía: "Conozco a un amigo que no tiene amigos". Llegué a la conclusión de que se refería a él mismo. Otra persona a la que frecuenté solía decir, "A lo largo de la vida se puede tener un amigo, dos como máximo. Los demás son simples conocidos".

Para pensarlo. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario